Comunidad 4.0 Colegio San Ignacio IED - Plan Saber Digital
Desde el componente Plan Saber Digital 4.0 STEM+ Transforma que se ejecuta por la Dirección de Ciencias, Tecnologías y Medios Educativos de la Secretaría Educación del Distrito en alianza con el Instituto UNNO del Parque Científico de Innovación Social de UNIMINUTO presentamos la estrategia Comunidades 4.0, en la cual desatacaremos las buenas prácticas pedagógicas que germinan en los ambientes de aprendizaje con enfoque STEM en las instituciones distritales de la capital.
EL VALOR DE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES
Durante el siglo XX, Bosa fue un territorio importante para la producción de papa y hortalizas, gracias a la fertilidad de sus suelos producto de la riqueza hídrica que poseía. Sin embargo, con el crecimiento y urbanización de Bogotá, hoy se han contaminado abruptamente sus aguas y deteriorado sus terrenos. Por ello, te presentamos a la Comunidad 4.0 de la IED San Ignacio, un grupo de estudiantes que le apuestan a la recolección de aguas lluvias y residuos sólidos para darles nuevos usos que aporten a la protección del medio ambiente.
Una persona consume aproximadamente 142 litros de agua al día y, de acuerdo con las Naciones Unidas, más de 800 millones de personas únicamente tienen acceso a menos de 50 litros al día, lo cual denota la importancia de usarla responsablemente pensando en su ahorro para que todos y todas podamos acceder a ella igualitariamente.
En ese sentido, los estudiantes de segundo de la IED San Ignacio hoy le apuestan a la recolección de aguas lluvias para darles nuevos usos que permitan disminuir el gasto de agua potable en oficios domésticos y de limpieza.
¿Cómo lo van a lograr?
Estos pequeños ingenieros, orientados por la docente Leidy Parra, han diseñado un sistema recolector que se compone de una canaleta para transportar el agua hasta un filtro purificador y, una vez pasa por allí, inmediatamente la desemboca en un recipiente ya lista para usarse. Esta agua tratada no será apta para el consumo humano, pero sí podrá emplearse en labores industriales y de aseo como, por ejemplo: lavado de suelos, ropa y vehículos, llenado de cisternas, riego de jardines y a gran escala en depósitos contra incendios.
“Esta propuesta nace por la preocupación del desperdicio de agua potable y; además, les ha permitido a mis estudiantes reconocer la importancia de las ciencias en el proceso de formación para proponer soluciones viables”.
De esta manera, los niños y las niñas han podido explorar junto a su profesora las áreas STEM y experimentar su aplicabilidad en la vida real; por ejemplo, al poner en juego la ingeniería para hacer tangible su sistema recolector y a partir de las ciencias identificaron un reto que, en la actualidad, debería estar siendo tarea de todos y todas: trabajar en pro de la conservación del agua.
La imaginación, una cualidad que aporta a la preservación del medio ambiente.
Por su parte, los compañeros de grado octavo han encontrado en los materiales reciclables que se desechan en la institución, una oportunidad para construir una solución eco-amigable que no solo contribuye al cuidado ambiental; sino que, además, favorece la economía del colegio.
Ellos planean fabricar un horno microondas con los residuos sólidos, el cual va a estar conectado a un panel solar del mismo material, para beneficiar principalmente a los estudiantes que por indicaciones médicas no pueden consumir los alimentos del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y deben llevar su propio almuerzo, posibilitándoles la ingesta de la comida con la temperatura adecuada. Además, este se destaca como un proyecto innovador por contrarrestar el sobreconsumo de energía que impacta negativamente sobre el medio ambiente y disminuye los costos de este servicio.
“Las habilidades del siglo XXI les van a facilitar a los estudiantes la interacción con el medio ambiente y mejorar las acciones de contaminación para preservar la casa común”.
Así, este grupo de niñas y niños adolescentes, a partir de la ciencia y la tecnología se han conectado con un desafío de su contexto local y, al mismo tiempo, han puesto en práctica la resolución de conflictos a partir del ensayo y el error, dándole un nuevo valor a elementos que para otros resultaban descartables.
Esta es la Comunidad 4.0 de la IED San Ignacio, una colectividad que de manera creativa y crítica encuentra en la reutilización una solución para asegurarle un hogar seguro a las generaciones futuras.