A MODO DE REFLEXIÓN....

El 8 de marzo es una fecha que lamentablemente se ha convertido en un día de comercialización, olvidando su verdadero propósito. Muy pocas personas comprenden que es una conmemoración para honrar a un grupo de mujeres trabajadoras y valientes que, a pesar de haber muerto en circunstancias horribles, merecen nuestro reconocimiento. Desde una perspectiva más realista, este día lleva consigo un sentimiento de melancolía, pero para una niña, representa recordar a unas heroínas que fallecieron en medio de un humo de color morado, dejando atrás un día en el que ellas son las protagonistas de sus propios sueños. El área de matemáticas, al organizar este día, no deseaba repetir lo mismo de siempre, donde las chicas simplemente vivieran un día con un tinte morado sin llevarse nada en el corazón o, al menos, en la mente. Su objetivo era recordarnos que existen mujeres que vivieron y viven circunstancias similares a las nuestras, pero que hoy son iconos o, como las niñas las llamarían, heroínas de su propia historia. Querían mostrarnos cómo algunas mujeres han dejado un camino trazado, y aunque aún está en construcción, nos resulta más fácil seguirlo y moldearlo de manera más sólida. Desde mi punto de vista, se logró el cometido. Aunque no todas, la mayoría de las chicas al menos tienen en su memoria a una de las mujeres mencionadas en aquel 8 de marzo. Aunque no conozcan la historia completa de estas mujeres, las considerarán ejemplos a seguir. Pero esto no se queda aquí: las chicas también se dieron cuenta de que no solo las científicas y deportistas son heroínas. Encontraron ese poder femenino en las personas que ven a diario, incluyendo a sus madres o maestras, y notaron que ellas también pueden brillar tanto como ellas lo hacen.

Por: Gabriela Martínez del curso 1001

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